Josué se despide


Objetivo

  • Conocer el pacto que el pueblo de Israel hizo con Dios.
  • Conocer los deseos de Dios para Israel.
  • Conocer los deseos de Dios para nosotros.

Antecedentes

El pueblo de Israel había entrado en Canaan y habían luchado contra las tribus enemigas. Habían conquistado poco a poco las distintas tierras, aunque aún había algunas tribus que no habían sido vencidas. Dios les había ayudado.

Finalmente repartieron la tierra entre las doce tribus de Israel (descendientes de Jacob), y lo correspondiente a José les fue dado a sus hijos Manases y Efraín; la tribu de Leví se quedó sin tierra porque fue destinada al servicio del templo y de Dios.

Josué había sido un siervo fiel, primero trabajando codo a codo con Moisés y, después, dirigiendo al pueblo en un momento tan difícil como era el de conquistar la tierra que Dios les daba.

Bien es verdad que Dios había prometido ayudarles en la conquista pero también es cierto que ellos tuvieron que empuñar las armas y luchar.

Aplicación

Dios ha prometido también estar con nosotros en la lucha cotidiana contra el mal, para conquistar el lugar que como hijos de Dios tenemos que ocupar, pero nosotros tenemos que empuñar nuestras armas y pelear.

Si alguien quiere salir victorioso primero tiene que ponerlo en manos de Dios y después sacar las armar. ¿Qué armas será?: La oración, la paciencia, la voluntad, la
tenacidad, la mansedumbre, la justicia, el amor…. Son las armas de los hijos de Dios.

Lectura bíblica

Josué 23 y 24

Texto para aprender

Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios (Josué 23:11).

Historia

Después de que el pueblo hubiera conquistado la mayoría de los territorios cercanos, Josué se encontró ya viejo y reunió a los que tenían autoridad entre el pueblo, es decir los ancianos, los príncipes, los jueces y los oficiales y les dio instrucciones precisas.

Josué les recordó la ayuda de Dios durante la conquista y cómo su promesa de auxilio continuaba; así mismo les advirtió de que.

  • No debían apartarse de la ley de Dios.
  • No debían mezclarse con las tribus idólatras.
  • No debían servir a sus dioses ni inclinarse ante ellos.

Dios les daría gran fuerza pues cada hombre parecería como 1000 hombres. Ahora bien si no hacían caso de sus advertencias Dios no les ayudaría y morirían a manos de esas naciones.

Después Josué reunió a todo el pueblo y les recordó el pacto que había hecho con Abrahán y con Isaacl y con Jacob y su descendencia; les habló de la ayuda de Dios en Egipto y de su auxilio y provisión en el desierto. Y, a continuación, instó al
pueblo a que:

  • Quiten los dioses ajenos.
  • Elijan a quien van a servir, si a Dios o a los dioses ajenos.

Y todo el pueblo pactó con Dios servirle; y Josué les advirtió de las consecuencias de romper ese pacto: Dios los abandonaría.

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