Las plagas de Egipto (1)


Objetivos

  • Entender que los propósitos de Dios siempre se cumplen.
  • Comprender que es mejor estar atento a los mandatos de Dios.
  • Saber pedir a Dios con humildad que nos de oídos atentos a su voz.

Antecedentes

Moisés había sido enviado por Dios para que rescatara a su pueblo de la esclavitud de Egipto. Pero hay que tener en cuenta que los hebreos estaban sirviendo a los egipcios desde hacía mucho tiempo; les ayudaban en las tareas domésticas, en las tareas agrícolas, en las construcciones etc. Bueno, más que ayudarles les hacían el trabajo. Por ello la marcha de los hebreos sumiría la economía de Egipto en un desastre. Por ello el faraón endureció su corazón para no escuchar la advertencia de Dios.

En tiempo más recientes también la expulsión de los judíos de España (la antigua Sefarat de los judíos) en tiempos de los Reyes Católicos (siglo XV) trajo como consecuencia el empobrecimiento de España ya que los judíos llevaban la economía y eran magníficos artesanos que hacían que por donde ellos pasaran hubiera prosperidad.

Así que ahora tenemos a Moisés junto con su hermano Aarón ante la presencia del Faraón, con apariencia de hombre humilde, de esclavo, pero siendo acompañado por la imagen invisible de Dios, para advertir a los egipcios de la necesidad de dejar ir al pueblo de Israel.

¿Qué llevaba para convencerles? Sólo un bastón y la palabra que Dios le había dado. Sin embargo Dios les prometió que los sacaría
con fuerza y poder de ese estado de esclavitud

Aplicación

Dios quiere también hoy sacarnos de la esclavitud del pecado en nuestras vidas para darnos la preciosa libertad de los hijos de Dios.

Lectura bíblica

Éxodo. Capítulos 5 al 10

Texto para aprender: Yo soy Jehová y os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre y os redimiré con brazo extendido y con juicios grandes. (Éxodo 6:6)

Historia bíblica

Moisés y Aarón manifestaron al faraón las órdenes de Dios.

-¿Quién es vuestro Dios? No lo conozco, dijo el Faraón.

Y Moisés echó el bastón en el suelo que se convirtió en una serpiente. Entonces los hechiceros tiraron sus bastones que también se convirtieron en serpientes, pero la de Moisés se comió al resto.

Al contrario de lo que debería de haber pasado, el faraón comenzó a hacerles cada vez más difícil el trabajo a los esclavos hebreos, y ordenó que no les dieran paja para hacer ladrillos y que ellos mismos lo buscaran. Y Moisés le preguntó a Jehová que porqué no les libraba. Dios le respondió diciéndole que Él manifestaría su poder sobre el faraón y los egipcios y que le conocerían por las cosas grandes que haría en Egipto.

Y Dios mandó diez plagas sobre Egipto, y antes de cada plaga iba Moisés a advertir al faraón para que dejara salir a los hebreos de Egipto.

Pero el faraón cada vez estaba más endurecido. Y las primeras cinco plagas fueron:

Primera plaga: El agua se convierte en sangre.

Éxodo 7:14 a 25. Moisés metió su bastón en el agua y ésta se convirtieron en sangre, y todos los peces murieron y los egipcios sólo podían beber de las aguas de los pozos. Pero los hechiceros hicieron lo mismo. Y el faraón no se conmovió.

Segunda plaga: La plaga de las Ranas

Éxodo 8:1-15. Y vinieron ranas sobre todo Egipto y se metían en las casas, en la comida, en los dormitorios. Y el faraón rogó a Moisés que las quitara; pero una vez que desaparecieron volvió a endurecer su corazón y no cumplió su promesa de dejar salir al pueblo de Dios.

Tercera plaga: La plaga de los Piojos

Éxodo 8:16 -19. Dios mandó a Moisés que golpeara con su bastón la tierra y todo el polvo se convertiría en piojos que atacarían a los animales y a las personas. Y los hechiceros le rogarían al faraón que cediera, pero este endureció aún más su corazón.

Cuarta plaga: La plaga de las Moscas

En Éxodo 8:20-32. Y Dios le dijo a Moisés que advirtieran al faraón que iba a mandar toda clase de moscas, molestísimas, si no dejaba ir a su pueblo. Y como no cedió mandó una enorme cantidad de moscas y el faraón le rogó que rezase a Dios para que las quitase y él les dejaría salir. Pero cuando desaparecieron las moscas el faraón se endureció de nuevo y se olvidó de su promesa.

Quinta plaga: La plaga del Ganado

Éxodo 9:1-7. Y de nuevo el Señor mandó una plaga al ganado de los egipcios; y murieron los caballos, las mulas, las ovejas, las cabras, los perros, las vacas… todo el ganado de los egipcios. Sin embargo el ganado de los hebreos no sufrió daño alguno.

Y el faraón supo que el ganado de sus esclavos era el único que se había salvado. Pero el faraón tampoco quiso dejarles marchar como Moisés le pedía.

Si oís hoy su voz no endurezcáis vuestros corazones. (Salmos 95:8)

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