Las plagas de Egipto (2)


Objetivos

  • Entender que los propósitos de Dios siempre se cumplen.
  • No endurecer el corazón.
  • Saber que Dios protege a todo aquel que confía en El, lo mismo que hizo con los hebreos en Egipto.

Antecedentes

Cinco plagas se había cernido sobre Egipto; el faraón, sin embargo había seguido con su terquedad y no quería dejar salir a Israel a adorar a Dios en el desierto.

El faraón prefería escuchar a sus hechiceros y malos consejeros y no cedía a los mandatos de Dios.

La Biblia dice que Dios mismo endurecía el corazón del faraón, pero tenemos que tener en cuenta que el faraón, el mismo, se creía un dios y recibía adoración de su pueblo. ¿Cómo no iba a estar endurecido? Su soberbia no tenía límites. El no iba a ceder a las pretensiones de cualquiera. Por otro lado los hechiceros con sus artes demoníacas habían imitado algunos de los actos extraordinarios que había hecho Moisés.

Todo esto le llevó al Faraón a empeñarse en no ceder. Pero el faraón aún no sabía que Dios había determinado que su propósito se cumpliera; era el tiempo en que sin lugar a dudas se iba a cumplir la voluntad de Dios. ¿Cuánto mejor le hubiera sido ceder desde un principio; hubiera evitado el faraón muchos dolores a su pueblo y a él mismo?

Aplicación

  • Hemos de entender que nada se puede oponer a los propósitos de Dios.
  • Hemos de conocer que la respuesta del Dios en aquella época fue como resultado del clamor, de la petición constante de los israelitas.
  • Tenemos de ser conscientes que de la misma manera Dios nos librará de todo aquello que nos esclavice.

Lectura Bíblica

Éxodo 9: 8-35 a 12.

Texto para aprender: Yo soy Jehová y os sacaré de la debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre y os redimiré con brazo extendido y con juicios grandes. (Éxodo 6:6)

Historia bíblica

6ª plaga – Las úlceras

Dios mandó una vez más una terrible plaga contra Egipto. Y mandó a Moisés que tirara puñados de ceniza; y ésta produjo sarpullidos en la piel, tanto en animales como en las personas, que produjo úlceras que alcanzaron también a los hechiceros. Tampoco cedió el faraón.

7ª plaga – El Granizo

Entonces Moisés anunció que todo el mundo recogiera sus ganados del monte y se refugiaran dentro de las casas porque vendría un granizo como no había habido hasta entonces. Y sólo los que tuvieron temor obedeció, mas la mayoría no hizo caso; al día siguiente el cielo se oscureció y cayó un granizo que destrozó la hierba, el lino, la cebada, rompió los árboles, pero el trigo y el centeno se salvaron porque aún eran muy pequeños. Pero donde vivían los hebreos no cayó ni un granizo.

Entonces el faraón rogó a Moisés que se detuviera el granizo, pero cuando hubo cesado se volvió a endurecer. Y no quiso humillarse delante de Dios.

8ª Plaga – Las Langostas

Y entonces el Señor envió una terrible plaga de langostas. Vinieron a millones y millones; y esta especie de saltamontes se comía toda la vegetación que encontraba a su paso y acabó con lo que el granizo había dejado, como Dios había advertido.

De nuevo, el Faraón pidió que cesara la plaga con la promesa de ceder y dejar ir al pueblo. Y vino un viento fuerte que se llevó a las langostas al mar.

9ª plaga – La plaga de las Tinieblas

Ante la negativa del faraón, Dios envió tinieblas. Y en las casas de los egipcios no se veía nada, ni las lámparas podían disipar las tinieblas, mas en casa de los hebreos había luz. Y el faraón quiso dejar ir a los hebreos pero debían quedar los ganados. Moisés no accedió.

Entonces advirtió de una última plaga. Morirían los primogénitos.

Y antes de ese día se prepararon como Dios les había dicho y celebraron la Pascua. Para ello mataron corderos, con los que pintaron los dinteles (marcos) de las puertas, y se prepararon para viajar.

10ª Plaga – Muerte de los primogénitos

Y esa noche un ángel enviado por Dios se paseó por Egipto con la orden de matar a todos los primogénitos, pero cuando llegaba a una puerta donde había sangre de cordero pasaba de largo, pero donde no había esa señal entraba y el primogénito moría.

Entonces hubo gran llanto en Egipto, y hasta el hijo del faraón murió.

Y el faraón llamó a Moisés y le dijo que se fuera con sus mujeres, sus hijos, sus ganados y los regalos que les dieran. Y Moisés dio la orden de partida- Y hubo gran alegría entre el pueblo de Dios.

Reflexión importante

La sangre de los corderos sacrificados en la pascua, es un símbolo de la sangre de Jesucristo, derramada también en la Pascua judía, y que nos ha librado de la muerte a todo aquel que creemos en su Nombre. Porque Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo- “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo Unigénito (Único) pera que todo aquel que en él crea no se pierda mantenga vida eterna”. (Juan 3:16).

Con su muerte en la cruz Jesús se convirtió en el Cordero de Dios, Y ahora está sentado a la diestra de Dios Padre.

,