Objetivo

Se cumple el juicio de Dios para la casa de Eli.

Saber que los símbolos religiosos (estatuas, imágenes, pinturas, lugares etc.) no tienen ningún poder.

Antecedentes

Hay mucha gente que cree que los iconos, estatuas, fotos, imágenes, etc. religiosos tienen poder por si mismos. Y las compran y las venden y comercian con ellas, se las llevan a sus hogares, las regalan como símbolo de amistad… Eso es un gran error que hace que las personas lleguen a adorar a estos símbolos o a temerlos. Y eso es una superstición y una superchería.

Y esto, que Dios prohibió desde el principio a su pueblo, es un pecado en que el pueblo de Israel cayó frecuentemente y que en nuestra sociedad existe. Incluso los que tienen esta desviación no son muchas veces conscientes de que sea pecado, porque creen que el poseer esas imágenes como símbolo, no les hace daño. Pero en muchos casos caen en la veneración a la propia estatua y no le dan a Dios la gloria que sólo Él merece.

En esta historia vemos a los israelitas, temerosos de los filisteos, que sin consultar a Dios decidieron llevar el símbolo del mismo en aquella época, es decir el arca del pacto, a la batalla.

Como no era algo mandado por Dios no recibieron lo esperado (la victoria), sino que fueron derrotados y el arca pasó a manos filisteas.

Aplicación

• Tenemos que revisar qué símbolos tenemos en nuestras vidas y la importancia que les damos a ellos.
• Recuerda, a Dios se le adora en espíritu y en verdad.

Lectura bíblica

1ª Samuel 4 a 6.

Texto para aprender

“Hijitos guardaos de los ídolos” (1ª de Juan 5:21).

Historia

Samuel seguía creciendo y el Señor estaba con él y escuchaba atentamente la voz de Dios.

Y hubo guerra contra los filisteos, y subió el pueblo de Israel a pelear contra ellos, pero fueron vencidos.

Entonces los ancianos, junto con los hijos de Elí, decidieron llevar el Arca de la alianza o del pacto de Jehová, que estaba en Silo en el templo; al campo de batalla. Ellos creían que estando el Arca del pacto en la guerra el Señor los protegería. Pero no había consultado a Dios.

Cuando los filisteos oyeron que el Arca del pacto estaba con el ejército de Israel tuvieron miedo y decidieron pelear con mucho más coraje.

En la batalla el Arca fue capturada y los dos hijos de Elí fueron muertos; así se cumplía lo dicho por Jehová Samuel años antes.

Un mensajero corrió a dar la noticia de la derrota de Israel, y cuando Elí oyó que los filisteos habían tomado el Arca de Dios, se cayó hacia atrás y murió. Y también ese mismo día murió una nuera de Elí y el hijo que aún tenía en su vientre. Y se cumplió lo dicho a través de Samuel.

Los filisteos se llevaron el Arca a su tierra, a un pueblo llamado Asdod, y la colocaron en el templo que tenían para su dios Dagón. Al día siguiente comprobaron que la estatua de Dagón estaba en el suelo delante del Arca, postrada en tierra. Volvieron a la estatua a su lugar y se fueron.

A la mañana siguiente, sin embargo, la estatua de Dagón estaba de nuevo en el suelo y ya no tenía ni manos ni pies- que habían sido cortados- Y tuvieron miedo.

Al poco empezaron los filisteos a padecer de úlceras y enfermedades que nunca antes habían visto; también tuvieron plagas de ratones que arruinaron las cosechas. Entonces decidieron trasladar el Arca desde Asdod a Gat, pero allí también empezaron las enfermedades; de nuevo la trasladaron a otro lugar, Ecrón, pero sus habitantes no querían recibirla y clamaron para que fuera devuelta a Israel.

Y después de preguntar a sus sacerdotes y adivinos decidieron devolver el Arca con todos los honores; en un carro nuevo que estuviera tirado por vacas recién paridas, y poniendo regalos de oro en forma de tumores y ratones. Y miraron si las vacas se dirigían por el camino desconocido para ellas que iba hacia donde estaban los israelitas, como así hicieron; por ello entendieron que todo lo que les había sucedido era por voluntad de Dios y no por pura casualidad.